La clase de hoy ha sido agotadora. Se ha desarrollado como las otras dos anteriores, aunque a diferencia de estas, hoy hemos trabajado con una especie de ventanita con hilos que simulaban ser ejes. Esto nos ha ayudado a dibujar la realidad, el espacio, exactamente desde el punto de vista donde estamos situados. Debíamos fijarnos en un punto, centro de nuestro dibujo y de ahí, imaginarnos que tuviéramos una cuerda con extremo final en ese punto. Muchos de nosotros no situábamos bien los objetos en su lugar o dibujábamos como si estuviésemos más arriba.
Otro ejemplo que ha puesto el profesor en clase y que nos ha servido de ayuda ha sido el de la mosca. Teníamos que imaginarnos que íbamos saltando de un sitio a otro, de la silla a la mesa, de la mesa al escalón, del escalón al caballete, así sucesivamente, creando recorridos, relaciones entre distintos objetos.
En conclusión, en la clase de hoy hemos seguido la actitud de Giacometti de una continua exploración del proceso que nunca se da por resuelto.
De Giacometti quiero destacar una conexión empática con la realidad,pues debemos situarnos frente a nuestro modelo. La postura demuestra el interés que ponemos en dibujar; el comienzo desde un punto significativo, el centro, en nuestro caso, desde donde van surgiendo el espacio; el profesor hace mucho hincapié en la transparencia y la simultaneidad figura/fondo, como hemos dicho antes. De esta manera, los dibujos de Giacometti son, ante todo, un procedimiento, una manera de establecer relaciones entre diferentes datos, una manera de crear espacio.